¿Quién dice que necesitamos hablar para poder comunicarnos y pasárnosla bien? Los conejitos de Sunny Bunnies nos demuestran que basta con un poco de curiosidad e iniciativa para vivir las más graciosas aventuras cuando visitan nuestro planeta, lejos de su hogar, el Sol. Estas pequeñas criaturas aparte de pasarla bien siempre están dispuestos a ayudar a los que lo necesiten.
Los niños experimentarán y aprenderán acerca del entorno que los rodea, así como de los seres que viven en él y los objetos que pueden encontrar, comprenderán cómo funciona lo que encuentran a su alrededor y que todas las formas de vida que existen están conectadas por lo que es muy importante respetar, cuidar y preservar nuestro entorno.
Turbo
Big Boo / El Gran Boo
Iris
Shiny / Brilloso
Hopper / Saltarín
Big Gray Wolf / El Gran Lobo Gris
1 caja de bicarbonato de sodio
1 caja de harina de maíz
11 a 12 tazas de agua
Olla
Tazón
Pintura acrílica
Cuchara
Lleva a cabo una caminata, dentro de la casa y en un parque.
Elige dos objetos distintos: uno del parque y otro de la casa.
Haz la masa: Mezcla todos los ingredientes a excepción de la pintura en una olla, ponlos a fuego lento, moviendo con la cuchara hasta que la mezcla sea muy pesada. Deja enfriar y amásala. Guárdala en una bolsa de plástico.
Toma los objetos que eligieron, saca la masa de la bolsa y pídeles que copien la forma de cada uno de los objetos con la masa.
Espera a que sequen. Después pinten con pinturas acrílicas las figuras con cuidado.
Observa las similitudes y diferencias entre los objetos reales y los representados con la masa.
Enuméralos y busca un lugar para presentar las nuevas creaciones.
Platica acerca de lo que aprendieron de la actividad y de la importancia de poner atención los detalles de cada una de las cosas que nos rodean.