Cuando llega la tarde el patio de trasero de la casa de Julia se convierte en la corte y ella en la juez que decide lo que es justo y lo que no, con la ayuda de su hermano Mani, su perro Chili y otros vecinos, aquí se presentan todo tipo de casos desde misterios hasta daños a la propiedad. Analizando la evidencia y las pruebas, sin importar que tan complicado sea el caso la jueza Julia llevará justicia al vecindario.
Reconocer y analizar las opciones para buscar soluciones a problemas y retos a los que se llegue a enfrentar y apreciar las características propias y las de los demás, aprender a relacionarse con otros en diferentes contextos sociales y culturales, aceptando y respetando las diferentes formas de ser y vivir.
Julia
Mani
Chili
Lal
Pree
Abuelo
Brigid
Bart
2 o 3 mandarinas, naranjas y/o clementinas.
Hojas de papel
Lápiz
Busca un lugar cómodo para llevar a cabo la actividad.
Ten listo tu material.
Invita a tu papá o mamá para la segunda parte de la actividad.
Toma una de las mandarinas.
Observa su cáscara con cuidado, fíjate en todos los detalles y analiza lo que ves, el color, la textura, los detalles.
Toma una hoja de papel y dibuja o escribe todo lo que observaste.
Repite el mismo procedimiento con la otra mandarina en caso de que tengas una tercera, vuelve a hacerlo.
Pónle nombre a cada una de las mandarinas para que puedas distinguirlas con facilidad.
Por último, toma la hoja de papel y el lapiz y escribe o dibuja las diferencias que encontraste entre las dos o las tres.
Pide ayuda de mamá o papá para remover la cáscara de las naranjas.
Ya que estén peladas obsérvalas bien y ve si puedes distinguir una de otra.
Lo más probable es que no porque se ven casi iguales sin ninguna diferencia.
Ahora si ¡Buen Provecho! Disfruta de la naranja en compañía de mamá, papá o ambos.
Con las personas pasa lo mismo que con las frutas, por fuera podemos vernos muy diferentes, pero por dentro todos somos iguales.