Sobreviviendo a la etapa de los “no”
La etapa de los “terribles” dos o tres años es un momento temido por muchos padres, ya que los niños parecen entrar en una fase de desafío constante y expresión de su independencia. Este período está marcado por cambios en el comportamiento que pueden retar incluso a los padres más pacientes y comprensivos. Entender lo que está sucediendo en el desarrollo de tu hijo puede ayudarte a sobrellevarlo mejor.
¿Qué está pasando?
- Durante los 2 años, los niños experimentan un rápido desarrollo físico, cognitivo y emocional. Están explorando el mundo que les rodea y descubriendo su propia autonomía. Esta nueva independencia puede manifestarse en forma de desafíos y negativas a menudo frustrantes para los padres.
- Uno de los comportamientos más comunes durante este tiempo es el uso repetido del “no”. Los niños de 2 y 3 años están empezando a comprender que tienen sus propias preferencias y deseos, y utilizarán el “no” como una forma de expresar su autonomía.
- Los niños de alrededor de 3 años comienzan a explorar el mundo con mayor curiosidad y a expresar sus opiniones de manera más enérgica.
- Las rabietas o berrinches son otra característica prominente de esta etapa. Los niños pueden sentirse abrumados por sus propias emociones a medida que luchan por comunicarse de manera efectiva. Son su manera de expresar su frustración y descontento.
Algunas estrategias que los padres pueden utilizar para ayudar a navegar esta etapa son:
- Establecer límites claros: Aunque tu hijo está expresando su independencia, sigue siendo importante establecer límites claros y coherentes.
- Ofrecer opciones limitadas en lugar de darles total libertad: Por ejemplo, en vez de decir “Ponte el abrigo”, puedes preguntar “¿Quieres ponerte el abrigo rojo o el azul?” Así sentirán que tienen cierto control sobre su vida.
- Elogiar el buen comportamiento: Reconoce y elogia el buen comportamiento de tu hijo para reforzar actitudes positivas.
- Mantén la calma: Puede ser difícil, pero intenta mantener la calma durante las rabietas. Tu tranquilidad puede ayudar a tranquilizar a tu hijo más rápidamente.
- Practica la empatía: Intenta ponerte en el lugar de tu hijo y entender sus emociones.
- Fomenta la comunicación: Anima a tu hijo a expresar sus sentimientos y pensamientos de manera constructiva. Enséñale palabras para describir sus emociones.
- Busca apoyo: No tengas miedo de pedir ayuda cuando lo necesites.
Aunque los “terribles” dos o tres pueden ser una montaña rusa emocional, recuerda que esta etapa es temporal. Con paciencia, comprensión y amor, podrás sobrevivir a esta fase y ver a tu hijo crecer y desarrollarse en un individuo único y maravilloso.