“¡Otra vez!” “¡Léelo otra vez!” “¡Otra vez el de Gogo y su pelota!” ¿Por qué los niños repiten todo? Si tienes niños cerca, seguro has escuchado esta frase muchísimas veces. Ya sea una canción, un video, una película o el mismo cuento de cada noche… los peques tienen una fascinación casi mágica por la repetición. Pero, ¿por qué lo hacen? ¿Se les olvida que ya lo vieron? ¡Para nada! Hay razones muy poderosas detrás de este comportamiento, y hoy te las vamos a contar.

1. La repetición da seguridad

Para los adultos, repetir puede ser aburrido, pero para los niños pequeños, la repetición es como un abrazo. Les da seguridad, los hace sentir que todo está bien. Imagínate: el mundo para ellos es nuevo, todo cambia rápido, y no siempre saben qué esperar.

2. Así aprenden mejor

Los niños están aprendiendo y descubriendo todo. Cada vez que ven una película o leen el mismo cuento, encuentran algo nuevo: una palabra, un gesto, una emoción, una risa. La repetición les ayuda a fijar lo que están aprendiendo. Lo que para ti es “otra vez la de… ”, para ellos es una clase completa de lenguaje, música, emociones… ¡y todo mientras se divierten!

3. Les encanta anticipar

¿Has notado que a veces tu hijo se ríe antes de que llegue la parte chistosa de su programa favorito? Eso es porque ya se la sabe, y eso le encanta. Poder anticipar lo que viene les da una sensación de control. Y cuando logran decir la frase o cantar con Rosita Fresita en la parte exacta, justo a tiempo, ¡se sienten súper orgullosos!

4. Cada repetición es diferente para los niños

Aunque a ti te parezca que todo es igual, ellos viven cada repetición como si fuera nueva. Quizá hoy están más atentos a los colores, mañana al sonido, y pasado a las emociones del personaje. Es como si tuvieran un radar distinto cada día. Además, con el tiempo, su cerebro crece y va entendiendo más cosas, así que lo que antes era solo una canción pegajosa, ahora también es una historia que pueden seguir.

5. Les genera placer

Sí, así como suena: repetir algo que les gusta activa el placer en su cerebro. Las canciones, los cuentos y los videos favoritos están llenos de estímulos que les hacen sentir alegría, calma o emoción. ¿Y a quién no le gusta volver a sentirse así?

Puedes poner límites sanos si ves que ya es demasiado y se puede estar perdiendo de otros aprendizajes (“vemos la peli una vez más y luego otra cosa, ¿ok?”), pero también puedes unirte al juego: cantar con ellos, preguntarles qué parte les gusta más o inventar una nueva versión juntos. 

Así que la próxima vez que tu peque te pida Elmo, “una y otra vez”, respira profundo, sonríe y recuerda: no es capricho, es desarrollo. La repetición en los niños es parte del camino para crecer.

En Edye sabemos que para ellos esa misma historia es una gran y nueva aventura cada vez.

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