Las imágenes y contenidos violentos, así como las pláticas de angustia entre mayores, son parte del mundo actual. Quisiéramos mantener a nuestros hijos alejados de lo feo, pero la realidad es que no siempre es posible. Debido a esto, se pueden sentir confundidos o manifestar actitudes de miedo, enojo o ansiedad.
¿Qué puedes hacer?
1. Reconoce sus emociones: Lo que los niños sienten es importante y real. Aprender a identificar nuestras emociones y las de los demás, así como poderlas manejar es algo que aprendemos desde la infancia. Nadie nace sabiendo. Es importante enseñar a los niños a reconocer lo que sienten, a expresarlo y encausar sus emociones de distintas maneras.
2. Escúchalos y responde sus dudas. Esto les baja la ansiedad. Recuerda contestar solo lo que ellos necesitan saber. Si te pregunta: “¿Por qué hay gente que se grita y se hace daño?” Podrías responder: “¿Por qué me preguntas eso?” y en base a lo que te diga añadir: “Porque hay personas que tienen mucho enojo por dentro, por eso se portan muy mal con otras personas. No saben que hay otras formas para sentirse mejor y buscar soluciones a los problemas”. Podrías hacer hincapié que esas conductas no son buenas y que siempre llevarán a una consecuencia desagradable. Así su pregunta quedará contestada y su curiosidad satisfecha.
3.- Diles la verdad: Ellos necesitan estar seguros de que pueden confiar en ti. Lo ideal es utilizar palabras sencillas y que ellos conozcan. Si la pregunta tiene que ver con los conflictos que estamos viviendo a nivel global, por ejemplo: “¿Qué es la guerra?” o “¿Por qué existe la guerra?” Podemos explicarles que las personas en el mundo no siempre están de acuerdo y que a veces no eligen la mejor manera para solucionar sus problemas. Podrías incluso preguntarle: “¿Qué harías tú para arreglarlo?” También puedes dar ejemplos cercanos como recordarle la vez en que se enojó con su amigo de la escuela y después se contentaron.
4.- Procurarles un ambiente tranquilo en donde ellos se sientan seguros y en paz. Trata de no ver las noticias cerca de donde estén tus pequeños y/o baja el volumen de manera que solo tú lo puedas escuchar. Háblales de manera pausada y tranquila cuando quieres que entiendan algo, si lo haces con gritos, solo escucharán ruido fuerte y les generará ansiedad.
5.- Enséñales valores que sirvan de guía para sus vidas. El otro día uno de los niños de la escuela llegó muy molesto por algo que había ocurrido en casa. Debido a esto, en el recreo su juego era bastante impulsivo y empujó a un compañero, que se puso a llorar. No entendía por qué su amigo lo había tratado mal. El primero, al darse cuenta de lo que había hecho también se puso a llorar. Platicamos mucho, él se sentía arrepentido, sabía que no estuvo bien hecho. Después de una rato, se pusieron a dibujar y para hacer sentir mejor al amigo agraviado, le regaló un dibujo que hizo además de ofrecerle una disculpa.
Llevar a la reflexión y a momentos de calma en los niños, suele dar muy buenos resultados.
6.- Las actividades físicas, deportivas y artísticas, son de gran ayuda para encausar las emociones y el estrés, tanto chicos como de grandes.
Sabemos que los programas pueden estar llenos de mensajes violentos. Por eso en Edye cuidamos al máximo nuestros contenidos, promoviendo con ellos desarrollo de una mente sana y feliz.