La importancia de pasar tiempo juntos
Pasar tiempo individual, de atención exclusiva, de mirada atenta, de disfrute mutuo, es fundamental para fortalecer la relación del niño con lo adultos que cuidan de él. Y esto es válido tanto para mamá como para papá, en forma individual, con cada unos de sus hijos.
Con los más pequeños, sería ideal que esto ocurriera aunque sea quince minutos todos los días. A medida que van creciendo, podemos pensar en menos veces por semana pero mayor cantidad de tiempo (dos horas el fin de semana, haciendo alguna actividad juntos).
Podemos pasar todo el día con un niño, pero estar distraídos, siempre pensando en otra cosa, atentos a nuestros celulares o a las cosas “verdaderamente importantes que hay que hacer”. En la vida del adulto siempre van a haber muchas cosas para hacer, pero si no establecemos como prioridad dedicar un tiempo a pasar con él niño, prestando nuestra atención a él y sin “multitasking”, el tiempo no lo vamos a encontrar nunca. El niño aprende a aquietarse y a enfocar él también la atención.
Este tiempo juntos es tiempo “de calidad”, y la calidad la da el hecho de estar juntos y conectados, es decir, que papá me está prestando atención sólo a mí, se está riendo de cosas que digo, responde a mis preguntas, me enseña a hacer cosas, admira las cosas cosas que le muestro, se asombra de todo lo que puedo hacer.
Cuando los niños saben que cuentan con un tiempo para jugar con papá, se vuelven menos exigentes, menos demandantes. Pueden esperar y no necesita “colgarse del cuello y no soltarlo” cada vez que lo agrapan.\
Por eso es una buena idea que papá se haga un lugar permanente en la rutina diaria para dedicar al niño: un ratito a la mañana, o luego de llegar de trabajar, como rutina antes de irse a dormir.
Papá es diferente a mamá
Papá juega distinto a mamá, le gusta hacer otras cosas, las hace de manera diferente, me enseña juegos distintos, habla de forma diferente a mamá y me muestra cosas que yo no conocía. Así aprendo que las personas son diferentes, en sus modos de hacer, de sentir, de pensar, y que hacen las cosas de forma particular, ¡y me beneficio de las particularidades de cada uno! Es complementario y enriquecedor.
Cosas que me gusta hacer con papá
- Ir a pescar
- Jugar a la pelota
- Que me cuente historias de cuando él era chiquito
- Mirar películas juntos
- Salir a andar en bicicleta
- Entrar a la piscina con él, ¡siempre se lo ocurren muchos juegos!
- Tiene fuerza, y cuando me alza me da vueltas en el aire como si yo fuese un avión
- Ayudarlo a lavar el auto
- Ayudarlo a encontrar cosas en el supermercado
- Ayudarlo a arreglar cosas. Me deja usar sus herramientas mientras se fija que no me lastime
- Jugar a los dinosaurios
- Que mire mis dibujos y me pregunte por ellos
- Que me arme el tren eléctrico o pistas largas que a mí solo no me salen
- Correr carreras y que vea lo rápido que corro
- Que me lleve al parque
- Que me lea libros
- ¡Me hace cosquillas y me tira por el aire!
Lo que más me gusta de jugar con él
- Me demuestra que le importo, que le intereso, que le hago falta, que soy importante. Nos hacemos reír mutuamente. Parece divertirse conmigo, no me está retando todo el tiempo.
- Papá no compite conmigo. El sabe que el es mas grande y fuerte. La mayor parte de las veces, me deja ganar para que yo pueda mostrarte cuántos goles puedo meter y cuán rápido puedo correr. Yo todavía necesito sentirme poderoso ¡y que puedo hacer de todo!
- Papá me deja hacer trampa cuando me doy cuenta que sino no puedo ganar en un juego, que el juego es muy difícil para mí y todavía no entiendo las reglas. Él me explica las reglas pero después seguimos las reglas que yo invento, y él no se queja, sigue jugando y festeja cuando gano. A mí me gusta que papá me admire.
- Papá me hace sentir fuerte, capaz, y me incita a seguir intentando. Nada es más divertido que jugar al fútbol con papá: me enseña jueguitos, le hago muchos goles, me tira la pelota despacio para que yo me luzca.
Me gusta cuando papá me dice…
- Que cuando pongo esfuerzo, las cosas me salen muy bien
- Que soy de gran ayuda, que gracias a mí tardamos mucho menos en el supermercado porque yo sé dónde encontrar todo lo que necesitamos comprar
- Qué bien que pateo la pelota
- Que como lo ayudé a lavar el auto, éste quedó más limpio que nunca
- Que mis dibujos son muy creativos y que le gustan mucho
- Que corro tan rápido, que muchas veces no me puede alcanzar
- Que fue mucho más divertido ir a pescar conmigo que ir solo, y que lo disfrutó mucho
- Me felicita cuando hago lo que me piden
- No me grita ni me dice que hago mal las cosas, sino que me enseña a hacer algo y me motiva a seguir intentando hasta que me salga.
- Me escucha, se interesa por mis ideas y por lo que tengo para decir.
En definitiva, ¡siento que papá me admira y me lo dice! Le gusta mi compañía y algún día voy a entender el esfuerzo que hizo al hacerse el tiempo para pasar conmigo!.
Y lo mismo vale para mamá, sólo que este texto es acerca de papá…