El liderazgo no es solo cosa de adultos con traje y corbata. También puede nacer en la mirada curiosa de un niño que propone un juego, en una mano pequeñita que ayuda a su hermano o en una idea compartida durante la cena familiar. 

Desde los primeros años, los niños tienen la capacidad de aprender a organizar, guiar, colaborar y cuidar de los demás. Todo esto se observa naturalmente durante los juegos. Además, va acompañado de un alto grado de inteligencia lingüística, la cual combina a la comunicación con las acciones personales para atraer a más personas (en este caso, más niños). 

Lo mejor de todo: estas habilidades se cultivan en casa, con amor, paciencia, buenos ejemplos, ¡y hasta con la ayuda de Los Pitufos! Porque formar líderes empáticos y colaborativos empieza desde el juego, la escucha y la confianza.

Aquí te compartimos 6 consejos para fomentar su liderazgo y trabajo en equipo: 

1. Empieza por casa, con el ejemplo

Los niños aprenden imitando. Cuando les mostramos respeto, les escuchamos y los tratamos con empatía, les enseñamos a hacer lo mismo. Enseñarles a identificar y nombrar sus emociones es el primer paso para que se conviertan en líderes sensibles y colaborativos.

2. Desarrolla empatía y cooperación

La empatía no es un regalo, es una habilidad. De acuerdo al psicólogo Haim Ginott, “los niños necesitan aprender a elegir, pero dentro de los límites seguros”, lo que fomenta la autonomía y el respeto por los demás. Permitirles decidir entre dos opciones los hace sentirse escuchados y les enseña a respetar también las elecciones ajenas y estimula la toma de decisiones 

Proponer tareas compartidas en casa, como ordenar una habitación o preparar la mesa, les ayuda a entender que juntos pueden lograr más de lo que harían solos.

3. Fortalece su autoestima y el espíritu de comunidad

Cuando un niño se siente valioso dentro de su familia, crece su confianza para asumir retos y guiar a otros. Por eso, es indispensable animar su iniciativa: si quieren organizar un juego entre hermanos, déjalos liderarlo. Felicítalos cuando colaboren, reconociendo sus esfuerzos: “hiciste un gran trabajo ayudando a tu hermana a ordenar los libros”.

Habla sobre los valores del grupo: “en nuestra casa, apoyarnos mutuamente es lo más importante”. Así desarrollan sentido de pertenencia y solidaridad.

🩵 Aprendiendo a tratar bien a los demás

4. Actividades prácticas con propósito

  • Proyectos grupales sencillos: pueden plantar semillas juntos, cuidar una mascota o decorar su cuarto compartido. Estas tareas refuerzan la idea de que, trabajando en equipo, pueden cuidar algo valioso.
  • Juegos cooperativos: en lugar de competir, elige juegos donde todos ganen o ganen por turnos. Así practican la comunicación y el apoyo mutuo.
  • Mini‑reuniones familiares: cada semana, invítalos a compartir ideas sobre qué hacer o cómo resolver un pequeño problema. Escucha sus propuestas y realicen juntos acuerdos. Les das voz y aprenden a tomar decisiones grupales.

5. “Los Pitufos” en Edye: una forma divertida de aprender

Este mes, en Edye, se estrena la nueva serie de Los Pitufos. Es una excelente oportunidad para reafirmar estos conceptos, ver cómo el Pitufo Filósofo propone ideas, Papá Pitufo lidera con sabiduría y los demás Pitufos trabajan unidos para resolver problemas en la aldea es un excelente ejemplo de liderazgo y trabajo en equipo para los pequeños. Los episodios muestran que cada uno tiene un papel importante y que, si cooperan, pueden vencer hasta a Gargamel. Además, los que observan este espíritu de comunidad pueden inspirarse a replicarlo en su vida diaria.

6. Refuerza lo positivo y aprende de los errores

Cuando un niño fracasa, no es un fallo, es una lección. Si al armar algo en equipo no queda bien, puedes decirle: “no quedó como esperábamos, pero ustedes se escucharon bien y lo intentaron juntos. ¿Qué podemos cambiar la próxima vez?” Esto les enseña resiliencia, mejora sus ideas para seguir trabajando en conjunto y fortalece la capacidad de adaptación.

En conclusión, fomentar liderazgo y trabajo en equipo en los niños no requiere grandes estrategias; consiste en cultivar un ambiente donde se sientan escuchados, validados y capaces de organizar, proponer y colaborar. Empatía, respeto, responsabilidad y sentido de pertenencia son los pilares.

Y, claro, un recurso divertido y educativo puede ser ver en Edye cómo la aldea entera de Los Pitufos avanza y triunfa gracias al liderazgo de Papá Pitufo y la cooperación de todos los habitantes.

Al final, si logramos que nuestros hijos crezcan confiando en sí mismos, sabiendo escuchar y dispuestos a trabajar junto a otros, estaremos sembrando pequeñas semillas de grandes líderes.

Si quieres saber más del tema, la Universidad de la Rioja y la Universidad Nacional de la Educación han hecho estudios sobre el liderazgo como un aspecto fundamental en la formación del niño en la primera infancia.

Si quieres conocer cómo puedes estimular la curiosidad en tus hijos, te invitamos a leer este artículo.

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