Cuando nuestros hijos empiezan a crecer, también empieza su deseo por hacer las cosas solos. Quieren vestirse, comer o elegir sus juegos sin ayuda. Esto es una señal de que están desarrollando su autonomía, una habilidad muy importante que los prepara para ser más seguros y responsables en el futuro.

Pero a veces, como padres, nos cuesta soltar un poco el control. Queremos que hagan las cosas bien, que no se frustren, que no se lastimen… y es completamente normal sentir eso. La clave está en acompañarlos sin hacer todo por ellos. Aquí te compartimos algunas formas sencillas de fomentar su autonomía sin dejar de guiarlos.

1. Dales pequeñas responsabilidades

A los niños les encanta sentirse útiles. Puedes darles tareas pequeñas como:

  • Guardar sus juguetes después de jugar.
  • Llevar su vaso al fregadero.
  • Elegir su ropa (aunque a veces combinen rayas con lunares).

Estas tareas los hacen sentir capaces, y poco a poco aprenden a encargarse de más cosas.

2. Permite que tomen decisiones

Darles opciones limitadas ayuda a que practiquen tomar decisiones sin sentirse abrumados. Por ejemplo:

  •  “¿Quieres usar la camiseta azul o la roja?”
  •  “¿Prefieres leer este cuento o el otro antes de dormir?”

Así sienten que tienen el control, pero tú sigues guiando el camino.

3. Ten paciencia con sus tiempos

Hacer las cosas por ellos es más rápido, pero no les da la oportunidad de aprender. Si tarda en ponerse los zapatos, anímalo con calma. Si derrama un poco de agua al servirse, enséñale cómo limpiarlo.

Cometer errores es parte del proceso de aprender.

4. Crea rutinas claras

Las rutinas ayudan a los niños a saber qué se espera de ellos. Por ejemplo:

  • Después de jugar, toca guardar.
  • Después de cenar, lavarse los dientes.

Cuando algo se repite todos los días, se vuelve un hábito. Y los hábitos construyen autonomía.

5. Sé su guía, no su sombra

Fomentar la autonomía, no significa dejarlos solos. Significa estar cerca, observar, dar apoyo cuando lo necesitan y reconocer sus logros:

  • “¡Qué bien que te lavaste las manos solo!”
  • “Veo que te esforzaste mucho por abotonarte la camisa. ¡Bien hecho!”

Impulsarlos a lograr hacer las cosas por sí mismos, es uno de los mayores regalos que les podemos hacer a nuestro hijos. Con amor, paciencia y pequeños pasos, podemos ayudarlos a crecer seguros, independientes y felices, sabiendo que siempre estaremos ahí para acompañarlos.

 

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