Desde temprana edad, cuando un niño dibuja, moldea plastilina o pinta con los dedos, está haciendo mucho más que “hacer arte”: está explorando el mundo, comunicando lo que siente, desarrollando atención y encontrando su voz. El arte y la creatividad en los niños son herramientas fundamentales para su desarrollo integral, ya que fortalecen la expresión emocional, el pensamiento creativo, la motricidad y la capacidad de aprender de manera significativa a través de la experiencia y el juego.
La UNESCO afirma, además, que la educación artística fomenta la creatividad, la curiosidad y la confianza en sí mismos. La educación artística mejora los resultados del aprendizaje y ayuda a los estudiantes a desarrollar nuevas habilidades.
Beneficios del arte en la infancia
Aquí te dejamos los 5 que sí o sí impactan en el desarrollo de los peques:
- Expresión emocional: Cuando un niño pinta o modela, puede plasmar lo que siente sin necesidad de palabras, lo cual es clave para su mundo interior.
- Autoestima y sentido de identidad: Al crear algo propio, aunque sean garabatos, el niño dice: “esto es mío, esto expresé yo”. Esa experiencia fortalece su autoestima.
- Concentración y destrezas motoras: Sostener un pincel, elegir un color, planear una figura… todo ello exige atención, coordinación ojo-mano, paciencia.
- Resolución creativa de problemas: Si la pintura se sale del contorno o la plastilina no queda como quieren, los niños improvisan, buscan alternativas. Así se ejercita el pensamiento y su capacidad de aprendizaje.
- Conexión social y valores: Cuando el arte se hace en grupo, compartido, invita al diálogo, al respeto del otro, a la empatía; el arte se convierte en aprendizaje social.
¿Cómo usar el arte para enseñar valores y emociones?
El arte puede ser un vehículo precioso para el desarrollo afectivo y ético de los niños. Por ejemplo:
- Propón una actividad de dibujo donde el tema sea “mi momento de generosidad”. Luego hablen sobre lo que dibujaron, cómo se sintieron.
- Crea un mural con “emociones de la semana” (alegría, tristeza, enojo, sorpresa) y permite que cada niño pinte o dibuje lo que esa emoción significa para él.
- Usa modelado de plastilina para representar valores: “esta figura es la amistad”, “esta es la justicia”, y deja que los niños expliquen sus creaciones.
- Pon diferentes tipos de música para bailar o moverse como ellos quieran, pídeles que te digan qué emoción siente con cada una de las canciones.
Así, el arte infantil y el aprendizaje emocional se entrelazan: los niños aprenden valores mientras usan sus manos, cuerpo y su imaginación.
¿Cómo crear un espacio artístico en casa para los niños?
No necesitas un estudio sofisticado: con cariño e imaginación puedes armar un rincón creativo. Aquí algunos consejos:
- Destina una mesa o superficie baja al nivel de los niños, con buena luz natural.
- Ten materiales variados: papel grande, acuarelas, lápices de colores, plastilina, pinceles gruesos, brochas de esponja, tela o material reciclado, etc. Asegúrate que los materiales sean fáciles de manipular y seguros.
- Revisa que el espacio sea “adecuado para experimentar”: mancharse está permitido, equivocarse está bien. ¡Tip! Cubre la superficie con plástico y que ellos se utilicen una bata o camiseta vieja para proteger su ropa.
- Exhibe los trabajos de los niños en una pared o cordón con pinzas: así se da valor a su creación.
- Reserva un tiempo regular para “arte libre” (sin instrucciones precisas) y otro para “arte con intención” (tema, conversación sobre lo que van a crear).
- Una caja con disfraces, telas o cualquier cosa que pueda utilizar para expresarse.
- Música variada, tranquila y rítmica para que pueda acompañarlo según la actividad y su estado de ánimo.
- Edye proporciona también un gran espacio de inspiración. “El elevador de Albie”, una serie en donde el arte es fundamental para el aprendizaje en medio de risas y mucha creatividad.
El arte funciona como un lenguaje universal que permite a los niños procesar y comunicar sus emociones. Proporcionar un espacio para la expresión artística (pintura, música, etc.) estimula la imaginación y habilidades esenciales como la resolución de problemas y la motricidad. Además, se convierte en una herramienta poderosa para el aprendizaje y el crecimiento integral de los niños.
Un entorno donde el arte está presente de forma habitual normaliza el error y promueve la confianza y la experimentación libre.
¿De qué forma el arte fortalece la autoestima y la identidad infantil?
Cuando un niño ve que su dibujo es colgado en la pared, que su escultura es mostrada al papá o la mamá, que se pone atención a su baile; él piensa “soy capaz”, “lo que hago tiene valor”. La creación artística se convierte en una afirmación: “yo existo, importo, tengo algo que decir”.
Si además lo animas a que hable sobre su obra, que explique qué quiso expresar, estás invitando al niño a reconocerse como comunicador, como un individuo con voz. También, cuando se le deja elegir colores, materiales, el tema; se refuerza su autonomía y su identidad.
El arte infantil no es solo “algo bonito”, es una ventana hacia el aprendizaje y la creatividad. Al dibujar, bailar, actuar o tocar un instrumento; los niños crean significado, exploran emociones, ejercitan su mente y su corazón.
Si los padres fomentamos los espacios de arte en nuestros hijos, también estamos nutriendo un desarrollo integral y mejor aún, su capacidad de soñar.
🩵 Fomenta la creatividad en los niños (Parte 1)


