Todos los días junto a su familia y amigos, el osito pardo vive situaciones como ir al parque, patinar o acompañar a su mamá a la tienda, donde aprende valiosas lecciones de vida. Para este osito, cada actividad es una gran aventura y la oportunidad para darse cuenta de todo lo que es capaz de hacer y lo importante que es el mundo que lo rodea.
Nuestros niños aprenderán a conocer y comprender las características que nos hacen únicos, así como sus capacidades y limitaciones motivando a los niños a participar en diferentes actividades.
El pequeño oso pardo
Mami
Papi
Osa Rubí
Gran Oso Rojo
Pequeño Osos Gris
Pequeño Oso Beige
Piedras de río grandes, medianas y pequeñas
Pintura acrílica
Pinceles y/o brochas
Plumones de tinta permanente
Hojas de papel
Cuentos
Buscar un lugar cómodo para llevar a cabo la actividad. Toma en cuenta de que pintarán y muy posiblemente ensuciarán la superficie de trabajo.
Considera que al tratarse de pintura acrílica sería bueno que los niños usaran una bata o un delantal para no ensuciarse.
Explícales que en cada piedra van a pintar una parte de la cara (ojos, nariz, boca, orejas, pelo) con diferentes características.
Por ejemplo: En una piedra una boca sonriendo, en otra una boca triste; en la siguiente un ojo cerrado, en otra uno abierto, en otra una nariz, en otra más una oreja, etc. Pueden usar su imaginación y creatividad libremente
Prepara algunas hojas con diferentes formas de caras, círculos, nubes, óvalos, etc.
Después de que todas las piedras estén listas y secas, diles que van a escuchar una historia y que dependiendo de la situación por la que pase el/los personajes irá construyendo la cara con las diferentes piedras.
Conforme escuchen la historia colocarán las piedras sobre las hojas con las formas de cara, logrando así diferentes expresiones.
Platica acerca de las diferentes caras y combinaciones. Pregunta: ¿Cuál fue tu favorita y por qué? ¿Cuál fue la que menos te gustó y por qué?